Palibex recorre 26.000 km. para trasladar su increíble experiencia en el Dakar

“Puedo empezar la historia por el principio o por el final porque, en este caso, es lo mismo: sonrisas”. Con estas palabras, el team manager de Palibex, Juan López, resume su experiencia en el PBX Dakar Tour, la ruta organizada por esta compañía de transporte urgente para acercar a todos los franquiciados la experiencia vivida por su equipo de camiones en el Dakar 2018.

El PBX Dakar Tour se inició el pasado 26 de marzo y ha estado casi cuatro meses recorriendo España a bordo de una pickup personalizada con la imagen de marca de Palibex. A lo largo de esta ruta, de más de 26.000 kilómetros, se han visitado casi 50 empresas y las sedes de varios colaboradores de la compañía como Llerandi, Fieldeas y Crown, que también apoyaron la aventura de Palibex en el Rally Dakar.

El objetivo de Palibex, tanto con su participación en el Dakar como con este tour posterior, ha sido compartir y contagiar a sus equipos los valores de la compañía y reivindicar la importancia de prestar ayuda logística en esta dura carrera y, por analogía, en la actividad diaria que desarrolla la Red.

El éxito del equipo, dice Juan López, “es el reflejo de la actitud, motivación e implicación de la gente que lo forma” y, por eso, el verdadero triunfo del equipo Palibex en el Dakar no ha sido llegar hasta el final, sino ser reconocido por el resto de participantes por la continua y sincera sonrisa que exhibieron durante sus 24 días de estancia en Sudamérica: “El Dakar no es sólo una carrera, es como hacer un máster para saber gestionar las emociones propias y ajenas. Comenzar sonriendo y concluir con esa misma sonrisa es el mayor reto”, dijo. En este sentido, el team manager aconseja a los trabajadores de Palibex seguir el ejemplo de los habitantes de las zonas de altura de Bolivia, que viven en condiciones durísimas y, sin embargo, muestran una sonrisa “envidiable y aleccionadora”.

La exposición de Juan López, apoyada en espectaculares fotografías y vídeos grabados durante el rally, logró reunir en algunos casos a más de un centenar de trabajadores. Los asuntos que más interés despertaron entre los asistentes estaban relacionados con aspectos técnicos de la carrera pero, sobre todo, con la parte más humana de la aventura como cuántos días pasaron sin dormir o cómo superaron el mal de altura u otros contratiempos como las inundaciones que encontraron a su paso por Bolivia o las trampas de arena del desierto de Perú.